La clave para que tus fritos queden dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro
Si hay un alimento que a casi todo el mundo le encanta es, sin lugar a dudas, la comida frita. Desde clásicos como las patatas fritas, pasando por ricos rebozados o incluso platos más elaborados como el tempura japonés, los fritos se han convertido en un elemento imprescindible en nuestra cocina. Pero, ¿cómo lograr que tus fritos queden dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro? En este artículo, te desvelamos las claves para que tus fritos sean todo un éxito.
1. Elige el aceite adecuado
Uno de los secretos para que tus fritos queden perfectos es utilizar el tipo de aceite adecuado. Si bien cualquier aceite puede servir, algunos como el de girasol o de oliva suelen ser más adecuados por su sabor y propiedades. Además, es importante que el aceite esté limpio y no se haya utilizado en exceso, ya que la sobrecarga de aceite altera el sabor y la textura del producto.
2. Controla la temperatura
Otro factor clave para conseguir fritos dorados y crujientes es controlar la temperatura del aceite. Si el aceite está demasiado caliente, el exterior del producto se dorará antes de que el interior esté cocido, mientras que si la temperatura es demasiado baja, el producto quedará empapado en aceite. La temperatura ideal para freír varía según el tipo de alimento, pero suele rondar entre los 160°C y los 180°C.
3. Sé paciente con el precalentamiento
Es tentador querer empezar a freír cuanto antes, pero esperar a que el aceite alcance la temperatura adecuada es fundamental para conseguir fritos perfectos. No te preocupes si tarda un poco más de lo previsto, ya que una vez que el aceite esté caliente, todo se cocinará mucho más rápido.
4. Controla el tiempo de fritura
El tiempo de fritura es otra variable importante para conseguir fritos perfectos. Si el tiempo es demasiado corto, el producto no quedará cocido y, si es demasiado largo, puede quedar seco y duro. En general, el tiempo de fritura depende del tipo de alimento y del tamaño del mismo. Como regla general, los alimentos más pequeños tardan menos en freír, mientras que los más grandes necesitan más tiempo.
5. No sobrecargues la sartén
Es importante no sobrecargar la sartén al freír, ya que esto hace que la temperatura del aceite baje y el producto acabe empapado en aceite. Además, si la cantidad de alimentos es grande, el aceite tarda más en recalentarse, lo que también puede afectar a la calidad del frito.
6. Prepara los alimentos adecuadamente
Para conseguir que los fritos queden dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro, es importante preparar adecuadamente los alimentos. En el caso de las patatas fritas, por ejemplo, es importante cortarlas en juliana y secarlas bien antes de freírlas. En el caso del pollo frito, es importante marinarlo para que el sabor sea más intenso y la carne quede más tierna.
7. Escurre bien el exceso de aceite
Una vez que los fritos están listos, es importante escurrir bien el exceso de aceite con una espumadera o un colador. Si están muy aceitosos, el sabor y la textura se resentirán, y no quedará tan crujiente como debería. Además, al retirar el exceso de aceite, los fritos serán más saludables.
En resumen, conseguir que tus fritos queden dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro no es difícil, pero requiere de dedicación y paciencia. Elegir el aceite adecuado, controlar la temperatura, ser paciente con el precalentamiento, controlar el tiempo de fritura, no sobrecargar la sartén, preparar adecuadamente los alimentos y escurrir bien el exceso de aceite son los secretos para conseguir fritos perfectos. ¡Empieza a practicar y verás como consigues unos fritos de restaurante!